La charla de Douglas Crockford me dejó pensando en la resistencia de las personas al cambio, a abandonar practicas a las que están acostumbrados.

Ahora me parece que esa resistencia suele esconderse bajo dos fachadas:

“Es una cuestion de gustos”.

“Tengo otras prioridades”

La cuestión es cómo identificar esas otras prioridades, esos gustos, de simples excusas, de argumentos que no se sostienen.

En busca de aclarar eso, ahora me pongo a pensar que a los gustos hay que acordarlos cuando no afectan solo a uno, no se pueden aplicar como si tal cosa en un proyecto común, en esos casos hay que argumentar.

Las prioridades por otro lado son problemáticas, porque hay una linea muy delgada para distinguir lo importante que no puede postergarse indefinidamente, de lo accessorio que simplemente estaría bueno.

En este momento, me parece que una de las cosas que marca la diferencia es el aprendizaje que hay en el cambio. Si el aprendizaje es valioso, entonces el cambio debe ser hecho.