Siempre me enojó mucho que las botellas retornables sean sólo de las primeras marcas y me quedé bastante tiempo pensando por qué pasaría algo tan poco conveniente (para todos, excepto para las primeras marcas obvio). Este es un problema grave para las segundas marcas ya que competir con los precios se hace muy difícil y, lo más importante, es un problema para todos por la contaminación.

Me parece que el problema está en el volumen en que se manejan, porque segundas marcas hay muchas de forma que el volumen que maneja cada una es menor, cosa que impide que las empresas puedan tener suficientes botellas circulando. Esa fue mi primera teoría, ahora me parece que el problema es que la inversión inicial es muy grande y las empresas no pueden empezar a pensarlo.

Hace un tiempo se me ocurrió una de esas ideas locas para atacar ambos problemas, que obviamente no se como llevar a la práctica, así que publico aquí por si alguien se le ocurre cómo hacer.

La idea no es tan loca, es hacer una botella retornable universal, con valor de cambio propio, que pueda ser utilizada por distintas empresas, o sea por todas las segundas marcas del mercado. Para costear la inversión inicial, pensé en una campaña de crowdfounding, o sea que el proyecto se pague entre todos.

Los distintos premios serían, por ejemplo para las empresas que piensen utilizar la botella, formar parte en el proceso de diseño y disponer de botellas para empezar, para los kioskeros que ayuden: las primeras botellas (llenas) a un precio preferencial, para los usuarios, bonos de descuento, etc.

Por otro lado, la idea es abrir el negocio, para que puedan entrar otros en el medio, por ejemplo, podría haber empresas que sólo limpien/higienicen las botellas, de forma que las empresas de bebidas puedan comprar las botellas ya preparadas para rellenar.

Además la cuestión de que las botellas sean compartidas por distintas empresas, facilita la movilidad de las mismas permitiendo que por ejemplo Naranpol exporte a Córdoba botellas que pueden ahí ser compradas por Pritty y exportadas a su vez a Santa Fe, de este modo, ambas empresas ganan un mercado a la vez que bajan los costos.

La desventaja para las empresas es la perdida de identidad comercial ya que la botella va a ser igual siempre, pero la gran mayoría de las segundas marcas usan botellas básicamente iguales. Yo creo que la dificultad más grande para implementar una idea así, es el cambio de mentalidad, ya que en vez de competir entre marcas estarían trabajando juntas y ese cambio de cabeza es lo que más cuesta.