Si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente. — León Gieco

Hoy me entero de que se llegó a un acuerdo entre el gobierno y los investigadores mediante el cual se da fin a la ocupación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Estaba leyendo los términos que se acordaron, en el cual hay principalmente cuestiones temporales, como prórrogas y estipendios excepcionales.

La única medida real que se firma es un “acta de compromiso” mediante el cual:

A partir de la fecha se inicia un proceso de articulación con los organismos nacionales de Ciencia y Técnica, las Universidades Nacionales y empresas, de manera que los postulantes recomendados no seleccionados se incorporen a las instituciones mencionadas durante el año 2017, para desarrollar tareas de investigación y desarrollo, según los temas y lugares de trabajo propuestos y con una remuneración equivalente a la clase de investigador para la que fue recomendado. — fuente

Lo que a mi me hace ruido de esto, es que yo supongo (y creo que en esto coincido con los investigadores) que con las políticas actuales, las bacantes en el área de investigación de esas instituciones no van a ser más que en años anteriores, por lo que, lo que se está ofreciendo a cambio del cese del reclamo es prioridad frente a otros investigadores, o sea, lo que se está ofreciendo es un privilegio.

Privilegio

Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí. – Martin Niemöller

Pero todo privilegio tiene una contracara, cuando uno busca “lo mejor para sus hijos” no busca “lo mejor para todos”, justamente lo mejor debe su existencia a algo peor, que en este caso, se busca para alguien que no sea “su hijo” o sea, para “el hijo de otro”.

Lo mismo pasa cuando se prioriza a unos investigadores sobre los otros, lo que los representantes de los investigadores aceptaron, no es que no los dejen sin trabajo, sino que empiecen por otros, el chantaje está un poco oculto, pero solo lo necesario para no verlo si uno no quiere verlo, las noticias simplemente no nombran otros investigadores que los de CONICET.

Este mecanismo está oculto, pero se puede intentar hacer más evidente, supongamos por un momento que no se realiza ese año de transición, que los “científicos recomendados” son inmediatamente incorporados en las otras instituciones, para lo cual se despide a igual número de investigadores de dichas instituciones. Bueno, eso mismo es lo que está pasando, pero con un año de transición.

Reclamos

Entonces uno relee la historia ¿contra quien era el reclamo? ¿quién paga los platos rotos?. Los investigadores tomaron “la única opción posible”, “tiraron hasta donde pudieron”, al final acordaron con el gobierno que los está bien que el número de investigadores disminuya, que la inversión baje, siempre y cuando se conserve algún privilegio, se acepta ser parte de la decisión de que otros queden sin trabajo, se acepta volverse parte de esa decisión, un reclamo contra el gobierno se vende por un privilegio y los que antes eran compañeros investigadores, ahora son aliados del gobierno para “sobrellevar la crisis del país”.

Eso tiene un nombre.