Después de la primera fiesta del jardín de Enoc quedé con bastante malestar, en parte estoy orgulloso porque logré sublimar parte de esa energía en redactar una nota que envié al jardín y que cuenta cuales fueron las cosas que me parecieron feas y por qué.

Sobre la fiesta del jardín

Como padre me parece importante escribir esta carta para comentar mi malestar luego de la fiesta del jardín del pasado domingo 24 de septiembre. En dicha fiesta me encontré con algunas cuestiones que me parecen contrarias a los valores que defiende el Jardín, lastimando así la confianza que depositamos en el mismo al dejar a nuestros hijos allí.

Exacerbación del patriotismo

Al inicio de la fiesta se realizó una introducción con banderas, himno nacional, abanderados y un discurso resaltando la importancia de nuestra patria. Este énfasis en el patriotismo como un dogma, resalta la competencia entre países, ya sea en forma de deportiva o bélica, la elección de abanderados resalta la competencia individualista y la meritocracia, valores que entiendo el jardín no comparte.

Preponderancia de la cultura norteamericana y televisiva

Después de esta introducción fuertemente nacionalista, el resto de la fiesta propone continuamente elementos culturales extranjeros, la música es siempre en inglés y de Estados Unidos en particular, se introduce a Mickey Mouse para “salvar a los chicos de la televisión”. También se presentan “vaqueros” e “indios” del lejano oeste sin respeto alguno por las culturas originarias y sin ningún parecido a nuestros aborígenes. Hubo una ausencia completa de los elementos culturales locales, Maria Elena Walsh, Canticuénticos, cumbia, danzas típicas, elementos que permitan los chicos conocer más a quien tienen al lado, en vez de acercarlos más aún a la televisión.

Separación de grupos en hombres y mujeres

Esta separación, que según entiendo no se da durante el año en las aulas, aparece en la fiesta como un elemento sumamente retrógrado. En las actuaciones se enfatizan los estereotipos culturales de hombre y mujer, esto puede observarse en la actuación de los grupos de mujeres como muñecas, con la canción “Barby Girl” de fondo y los niños como “bastoneros” haciendo la venia militar o como “vaqueros”. Nuestra sociedad está intentando cambiar estos estereotipos y hacer visible la violencia que se esconde detrás de los roles de género.

Valores o moralinas

Entre una y otra actuación, el presentador narraba con melancolía sobre la infancia en “nuestros tiempos” y comentaba cuestiones sobre estos temas que aquí presento, pero los mismos estaban ausentes de toda crítica y, como comenté en los párrafos anteriores, se contradicen con lo que realizaban. En los discursos se exaltaba el juego, mientras que a los abanderados se los disciplinaba para que se queden quietos, se exaltaba la patria mientras se eclipsaba toda la cultura local y se hablaba de igualdad mientras se reforzaban los roles de género. Se resaltaba la importancia de la comunicación, pero la única vez que los alumnos hablan y cantan lo hacen en inglés.

Precio de la entrada

Por último, el precio de la entrada, avisado a último momento y cobrando extra las fotos y el video, en el momento de crisis económica que estamos viviendo, me pareció ofensivo. Entiendo que hay muchos gastos asociados al acto, pero me parece que se podría hacer algo más humilde que nos permita estar sin un sacrificio tan grande.

La respuesta que recibí del jardín, fue sintética y enigmática, aquí la dejo para que puedan analizarla:

La respuesta del jardín