Ayer barrio 88 consiguió su primera victoria electoral al obtener una banca en el consejo deliberante de la ciudad de Santa Fe, siendo, seguramente, el primer consejero que ingresa desde un partido menor, sin ayuda económica de grandes empresas, con un candidato que tiene un empleo en vez de una carrera política. Primero que nada, quiero felicitarlos por este logro.

Pero no es felicitarlos, el objetivo de esta carta, si no observar que éste logro no es una victoria, porque barrio 88 se planteó como objetivo una ciudad mejor y un consejero sólo es un medio en ese camino. Y si esta aclaración me parece importante, es porque no creo que este logro sea per se un paso adelante en esta lucha y bien puede por el contrario ser un paso en falso, que disipe las energías de un movimiento que nació fuera del estado y desde fuera llevo a cabo acciones reales, como chango 88.

Qué va a pasar ahora

Desgraciadamente, al igual que el capitalismo se sostiene en la falsa ilusión de hacerse rico, logrando que grandes masas de oprimidos elijan sostener la propiedad privada por la esperanza de algún día tener más. De esta manera todos sostenemos un sistema que nos oprime, hasta que la experiencia repetida, los intentos frustrados y el análisis crítico nos permiten ver en esa experiencia la imposibilidad sistémica y evidenciar la explotación.

De la misma manera, el estado ahora disfrazado con palabras como democrático se sirve de ilusiones como las elecciones y los consejos deliberantes para sostener el sistema opresivo, la propiedad privada y la explotación, para mantener el status quo, que es lo único que el estado puede hacer.

La lucha llevada a cabo por barrio 88, que hasta ahora existió por fuera del estado, ahora se plantea continuar dentro e inevitablemente verá sus intentos frustrados, es necesario ahora estar atentos y ser críticos para poder aprender de esta experiencia y hacer evidentes los mecanismos por los cuales el estado frustra todo intento de cambio o al menos entibia todo el calor de los movimientos sociales.

Cómo puede ocurrir

Los mecanismos por los cuales el estado estatiza los movimientos sociales son diversos, en algunos casos las propuestas pueden ser demoradas y cajoneadas, asegurando que cada avance se vea siempre acompañado de mayores retrocesos, la búsqueda de consenso para su consecución puede quebrar las propuestas en algún punto fundamental haciendo cambios a medias que no alteren cuestiones estructurales. Incluso puede haber amenazas y ataques menos sutiles, agresiones a los representantes o a sus allegados.

En el peor de los casos y quizás lo más frecuente, es la traición que se da al hacerse evidente la diferencia de clase que se da entre gobernante y gobernado, promoviendo que los miembros del partido traicionen todos los ideales que los unieron en una primera instancia.

Aclaro esto ahora, porque me parece importante estar atento para no pensar más tarde que “al final Jerez no era buen tipo”, que “las cosas se trabaron por casualidad”, que nos cruzamos con los intereses de tal o cual grupo de poder y que “por eso los aprietes”. Esta es una oportunidad única para evidenciar que el problema del estado es el mismo estado y que no se soluciona con buenos políticos.

Cómo prepararse

Para evidenciar plenamente la contradicción que existe entre una lucha por un cambio y el estado, lo principal es mantenerse completamente fiel a los principios que se plantearon y que le dieron origen y continuar hasta el punto en que esto se convierta en una clara expulsión. En realidad, sólo hay dos salidas posibles, o se sale expulsado con los principios intactos, o se permanece dentro sacrificando los principios.

De esta manera, mantener principios como el de transparencia y extremarlos, se verá inaceptable en el gobierno, el cual reaccionará de forma violenta ante la publicación de los debates, las prácticas, los correos electrónicos que barrio 88 puede publicar. De este modo, si barrio 88 se mantiene fiel a su mandato de transparencia será expulsado, tome ésta la forma que tome: exclusión de los debates, denuncias por difamación o simples aprietes.

El principio de localidad y autonomía se prestará a conflicto si barrio 88 promueve la participación directa de las vecinas y consulta con ellas fuera del tiempo electoral, si trae su voz dentro del concejo y si censure los intereses de los visitantes externos como argumentos válidos. Estas prácticas serán también reprimidas por contradecir los principios mismos del estado y poner en jaque los privilegios de los políticos. Esto dejará en evidencia una vez más que el estado es una estructura de dominación sobre el pueblo, no una herramienta de éste.

Es imprescindible que barrio 88 se prepare estableciendo mecanismos y medios técnicos para asegurar el sostenimiento de estos principios, estableciendo pautas claras que funcionen como una brújula y permitan mantener la dirección ante los tiempos que se avecinan.

Barrio 88 ya puso en evidencia en 2017 que las leyes en realidad se pueden torcer según los intereses políticos, esta es una oportunidad única para quitar el velo de los ojos de la sociedad y mostrar una vez más, que la lucha del pueblo la debe hacer el pueblo y no puede delegarla en sus representantes.