Escuché atentamente el episodio del podcast “No Hay Almuerzo Gratis” titulado “El SECRETO de las RUINAS: POR ESTO COLAPSAN las CIVILIZACIONES”. Y en general, me pareció muy, muy bueno, tanto, que ameríta una respetuosa crítica a algunos elementos, que me parece que escapan a la vista.

El episodio es muy recomendable, antes de leer la nota, por favor.

El primer punto que me llama la atención es más bien una observación psicológica y es que en el paralelo que se realiza entre las civilizaciones y un organismo vivo, vuelve a aparecer el temor a la muerte, ahora con un disfraz distinto. El discurso parte de la premisa que la muerte de una civilización es un hecho negativo e incluso habla con pesar de la vejez. Sería posible pensar en una vejez más saludable, en que las civilizaciones den a luz a otras y en algún momento perezcan, sin necesidad de que eso represente la pobreza y el sufrimiento de miles de personas.

Más allá de esa nota de color, quiero centrar mi atención en la preponderancia que se le da al Estado, como actor principal, omitiendo la participación de otros actores, igualmente relevantes, complies y en algunos casos protagonistas en los cambios de incentivos a los que se hace referencia, por ejemplo en la siguiente cita:

la institución que establece esta clase de premios y castigos es el estado y si la examinamos de cerca veremos que nos encontramos frente a la pieza del rompecabezas que nos estaba faltando

Indudablemente, el Estado es un agente importante en determinar el sistema de incentivos, pero no es el único y posiblemente no es el más relevante, las empresas privadas con cientos de empleados, que con el fin de mantener el control sobre masas cada vez más grandes de empleados, promueven en éstos actitudes contrarias a la cooperación no puede ser omitida ni ignorada. Las empresas que con el fin de maximizar el lucro fuerzan mediante el marketing un consumismo extremo, que usan cualquier posibilidad de repartir sustancias peligrosas y adictivas para forzar al consumo. Es cierto que muchas de esas prácticas no se podrían llevar a cabo en la medida en que se llevan sin la complicidad del aparato estatal pero su rol en estos casos es secundario.

Luego hay otra omisión importante, por ejemplo en la siguiente cita:

los políticos y los burócratas no ganan personalmente cuando hacen un buen trabajo a juicio de los contribuyentes sino cuando logran expandir el área de influencia de su poder independientemente de los resultados de sus intervenciones

Aquí se está reduciendo al Estado, muy convenientemente a los políticos y burócratas (lo que ahora llamaríamos “la casta”), aumentando el mito de que el problema del estado son las leyes y los impuestos… pero en esa simplificación se olvida la importancia de la fuerza policial, una fuerza que no se reduce a simplemente “hacer cumplir la ley” también es un agente muy importante en “hacer la ley”, lo que la policía hace “se vuelve ley”, las leyes que la policía ignora se vuelven “papel mojado”. La fuerza policial (junto con la militar) es un elemento fundamental y nunca inocente del Estado, mientras haya policía, habrá Estado.

En general, la diferencia entre el Libertarismo y el Libertarianismo, o en otras palabras entre el anarquismo y el anarco-capitalismo, se hace patente en éste episodio, ya que el segundo centra su análisis en la jerarquía del aparato burocrático del Estado, que modifica su sistema de incentivos de forma promueve el parasitismo a la cooperación, pero evita ver esas mismas jerarquías en las empresas privadas devenidas en corporaciones, en la policía y en la milicia, etc.

Dicho de otra manera, coincido plenamente con el análisis de que el colapso de las civilizaciones tienen que ver con el crecimiento desmedido de estructuras jerárquicas y que para que estas civilizaciones puedan crecer, desarrollarse, prosperar, multiplicarse e incluso colapsar, sin necesidad de que ese colapso represente la pobreza y el sufrimiento para las personas que la componen, es necesario que las personas se mantengan vigilantes frente a la formación de éstas estructuras jerárquicas y parásitas que la atrapan y la destruyen.