Han pasado cuatro meses desde mi última entrada de blog y seis meses desde mi última entrada técnica. Este tiempo estuvo por otro lado, lleno de temas sobre los cuales escribir, sobre los cuales no pude escribir. Ahora después de un tiempo considerable de digestión creo que tengo un diagnóstico de que pudo haber pasado.

Redes de conocimiento

Al intentar escribir sobre algo, durante este tiempo, siempre terminaba perdiendo el foco y perdiendome explicando temas relacionados, sin los cuales este no se entendía. Así nunca pude terminar ninguna de las notas que empecé a escribir. Así que después tomé un camino distinto, me puse a hacer una lista de los temas que me fui cruzando este tiempo, y cuando vi la lista entera me asusté un poco, la lista es considerable.

Pero además, cada tema tiene múltiples relaciones con los demás y cuesta entenderlos de a uno, estos se relacionan formando algún tipo de matriz de conocimientos y durante este tiempo yo estuve como perdido cayendo en esta red. Irónicamente, yo ya tenía contacto con muchos de estos temas por separado, pero no terminaba de caer porque quedaban desconectados entre ellos.

La matriz

Al ser una red, es difícil empezar por el principio, pero se me ocurre que podría empezar por comenzar por Matrix, que es una pelicula que me encantó y que recién ahora me entero que es parte de un movimiento llamado ciberpunk en las cuales, la matrix ya es utilizada en un libro en 1984, pero en este caso, es llamado la matriz.

El ciberpunk toma elementos de la cultura hacker, sobre la cual estuve leyendo en un libro el que se presenta la ética hacker en oposición a la etica protestante descripta por Weber. Esta cultura prioriza la pasión sobre el trabajo, la privacidad sobre la seguridad y la libertad sobre la propiedad.

En relación con la cultura ciberpunk, está la cultura cipherpunk que pone el foco en la criptografía y la privacidad y que está en la base de creación de las criptomonedas como mecanismo para escapar del control del estado y de los bancos, ya que se vincula fuertemente con el anarquismo.

Estos movimientos culturales, entramados con la cultura hacker fueron llamados hacktivismo, y dentro del mismo se podría poner también al proyecto gnu, que funcionó de bandera con su promoción del software libre, así como la fsf que generó el marco teórico e inició la lucha contra el copyright, las patentes y en general toda herramienta de las corporaciones (entre ellas el estado) de controlar la libre circulación del conocimiento.

Los logros de estos movimientos, son bien conocidos, pero no sus origenes y las ideas que hay detrás. La world wide web es en parte lo que hoy conocemos como Internet, pero detras está la idea de que cualquiera pueda convertirse en un nodo de la red y no exista una centralización de la misma en pocas manos. Por lo que corporaciones como Facebook, Google, Netflix y Amazon son ciertamente lo contrario de lo que los creadores intentaron crear.

Esta organización de Internet en nodos centrales de distribución que se conectan entre ellos, en vez de nodos conectados directamente sin intermediarios, marca la diferencia entre distribuido y descentralizado. Las alternativas a estos sistemas se popularizan de a poco, como es el caso de mastodon que forma parte del fediverse (o universo federado).

Por el contrario, las corporaciones buscan utilizar esta ilusoria libertad de Internet para crear lo que se conoce como fake market en el cual unos nodos centrales que prometen funcionar como simples intermediarios terminan luego controlando tanto a los compradores como a los vendedores. Este es el caso de Netflix, AirBnB y Uber.

Los hackers, junto con los creadores audiovisuales, los movimientos feministas y los movimientos anarquistas formaron los hackerlabs, puntos de reunión en casas abandonadas y expropiadas en los cuales se compartía conocimiento y se generaban contenidos para difundir ideas.

Con el tiempo, los hackerspaces, con un foco más tecnológico y empresarial tomaron algunas de las ideas. Esta tensión entre hackerlabs y hackerspace es similar a la distinción entre software libre y codigo abierto y tiene que ver con un proceso de tomar lo técnico pero quitar lo social.

Por su lado, el movimiento faircoop vincula de cierta manera las criptomonedas, ya que utilizan faircoin, con la ética del hacker y la organización distribuida (o p2p) en nodos alrededor del mundo.

En este contexto, la diferencia entre colaboración y cooperación se vuelve un tema de debate y los avances tecnológicos tienen más que ver con autonomía tecnológica que con performance.

Saliendo de la matrix

Viendo un poco para atrás, estos movimientos están ahí a la vista, pero a la vez están ocultos, forman un movimiento de resistencia organizado pero distribuido, luchando por la libertad y la colaboración. En simultaneo, cada vez me pareció ver como más irreal las movidas de aquel mundo que va en contra de estos movimientos, personas haciendosé ricas comprando bitcoin, empresas vendiendo software inútil, gente haciendo trabajos inútiles con la máxima concentración.

Mi experiencia estos últimos meses, fue la de un continuo, “no lo puedo creer”, al empezar a ver los entrecruzamientos entre todos los conceptos y cómo entre todos se formaba un sentido, que espero poder ir contando en sucesivas entradas.